30 jul 2012

Olvidate del calor de tu PC, con un sistema de refrigeración líquida

Sistema de refrigeración líquida

Desde que los procesadores son procesadores, el control del calor que generan durante su funcionamiento ha sido una gran problema, tanto para los fabricantes como para los usuarios. Para los primeros, porque están muy limitados por la termodinámica, que impide que se manejen con comodidad potencias de más de 130 Watts en los micros de sobremesa y de más de 55 Watts en portátiles.


Para comprender un poco, los bombillos incandescentes que usabamos o que todavía usamos, no tenían más allá de 100 Watts, de hecho los de 30 Watts originan una temperatura suficiente para quemarnos si los tocamos. En un procesador, toda la potencia disipada se concentra en una superficie ínfima, generando temperaturas que, sin una disipación adecuada o sistemas de protección, podrían fundir la placa base en tan solo segundos.

Los disipadores convencionales tienen como única misión llevar lo más rápido posible ese calor concentrado en la superficie de la CPU a las rejillas que componen un ventilador típico. Cuanta más superficie de disipación tenga, mejor será la salida de calor que pasará de las rejillas al aire que circula entre ellas. Como este aire también se calienta, se usan ventiladores para moverlo y renovarlo constantemente por otro nuevo a temperatura ambiente y de este modo, se genera un flujo continuo de extracción de calor.

De todos modos, a pesar de que se usan componentes con una resistencia térmica muy baja, como en el caso del cobre, o los sistemas de tipo heatpipe, la refrigeración mediante agua es bastante más eficiente que la basada únicamente en cobre. El agua es capaz de sacar el calor del procesador a más velocidad, absorbiéndolo en el bloque de agua que está en contacto con la CPU. Pero si el líquido estuviera quieto, en pocos minutos, el agua se calentaría hasta la ebullición. Es por ello que un sistema de refrigeración líquida necesita de una bomba que mueva el agua constantemente para llevar el líquido caliente hasta las rejillas del radiador, donde el contacto con el aire bastará para extraer el calor. Para ayudar a hacerlo más rápido, se suelen instalar ventiladores para mover el aire en el radiador.

Para ver cómo se instalan estos sistemas hemos elegido de CoolIT Systems (www.coolitsystems.com), se montan con facilidad. Vamos a verlo.

Paso 1. Identifica los componentes.

Antes de ponerse a hacer nada, es conveniente familiarizarse con los componentes que vas a manejar. Si ya tienes el equipo montado, tendrás que desconectar todo para extraer la placa base de la caja, siempre y cuando se trate de un equipo con procesador Intel; y asegúrate de que la caja que tengas sea compatible con el kit de refrigeración que vayas a usar. En este caso, para el CoolIT ECO A.L.C., el requisito fundamental es que la caja tenga en la parte posterior una rejilla para acoplar un ventilador de 12 cm de diámetro, que es precisamente el que usa este kit para refrigerar el radiador de agua.
Además, tendrás que identificar correctamente el tipo de socket del procesador. Si es AMD, aen estos tiempos será del tipo AM; y, para Intel, las opciones son LGA 1366 o LGA 1156 o la más antigua LGA 775. Dependiendo del tipo de zócalo, tendrás que usar una de las tres placas de retención para procesadores Intel y, para AMD, no necesitarás tocar la placa base mas allá de quitar el disipador de aire y sustituir en el bloque de agua las placas de fijación preinstaladas para Intel y atornillar las de AMD.
 
Entre las posibles dificultades, dependiendo de la caja y de la placa base, puede suceder que haya algún componente que interfiera con la instalación, aunque lo cierto es que se trata de un sistema de agua muy compacto donde las complicaciones vendrán más de parte del radiador que se atornilla a la caja y los tubos de líquido que del bloque de agua.
 
Paso 2. Procesador Intel.

En este caso, según qué tipo de zócalo tenga el procesador, deberás elegir una de las tres placas de retención. Para el caso que nos ocupa, se trata de un procesador Intel Core i7 985 con zócalo LGA 1366. Al tratarse de un procesador Intel, es preciso desmontar la placa para acceder a la parte inferior de la misma e instalar la placa de retención correspondiente. Éstas tienen dos adhesivos que ayudan a mantenerlas fijadas a la placa base y que no se caigan cuando se coloca boca abajo.

 


Entonces, al mismo tiempo, en este kit, no necesitas cambiar los brazos de sujeción para cada tipo de zócalo Intel; solo mover los tornillos a la posición correspondiente al zócalo que tengas dentro de las tres posibles opciones disponibles. En este kit, las posiciones están perfectamente marcadas y no hay posibilidad de error.

Paso 3. Procesador AMD.

En este caso, no necesitarás desmontar la placa base, pero sí cambiar los brazos de sujeción en el bloque de agua. Los que vienen instalados por defecto son los correspondientes a procesadores de Intel, pero hay un juego de brazos de sujeción adicionales correspondientes a AMD.
Para cambiarlos, solo hay que desatornillar cuatro tornillos para soltar los brazos de Intel y colocar en su sitio los de AMD. Siempre con mucho cuidado para no tocar la base del bloque de agua, que debería estar tapada con un plástico para evitar entrar en contacto con la pasta térmica que el fabricante entrega ya depositada en la parte del bloque de agua que está en contacto con la CPU.

Paso 4. Instala el bloque de agua.

Una vez fijada la placa de sujeción para procesadores Intel, o bien reemplazados los brazos de fijación por los de AMD para este último tipo de procesadores, llega el momento de atornillar el bloque en su ubicación. Es un procedimiento sencillo, pero requiere ir apretando todos los tornillos progresivamente y de uno en uno. No es bueno apretar a tope uno y luego el siguiente. Empieza fijando uno, pero sin apretarlo del todo, luego el de la esquina opuesta y luego los demás. Y acaba apretando todos hasta que ya no puedas más, pero sin pasarte de fuerza, pues puedes pasar de rosca la fijación.
 


Antes, tendrás que quitar el plástico que cubre la parte que hace contacto con la CPU , que además está ya untada con pasta térmica, necesaria para que el calor fluya desde la CPU al cobre. Es importante no tocar esta superficie. Hay que tener en cuenta que el radiador estará "bailando" todo el rato al no estar fijado a la caja todavía. Si lo crees conveniente, puedes fijarlo con los tornillos a la caja al principio, pero sin apretarlos del todo. Ten cuidado de no moverlo bruscamente para no doblar los tubos ni forzar las juntas.

Paso 5. Atornilla la placa.

Si has usado un sistema Intel, tendrás que atornillar de nuevo la placa base a la caja y volver a conectar todos los componentes que hubieras desinstalado previamente para instalar la placa de fijación en la parte inferior de la CPU. Comprueba que no queda ningún cable ni herramienta bajo la placa, ni que haya tornillos o componente metálico alguno apoyado en ella. Si así sucediera, se pueden originar cortocircuitos con riesgo para la integridad del equipo.

Paso 6. Fija el radiador a la caja.
 
Ahora pasamos a fijar el ventilador a la caja en la rejilla correspondiente a la parte trasera para ventiladores de 12 cm de diagonal. Hay cuatro tornillos incluidos en el kit, por ello, y salvo algún problema meramente mecánico o de diseño de la caja, es un paso que no debería dar problemas. Usa los cuatro tornillos y apriétalos con firmeza, pues es un componente que pesa bastante y, si se pone a vibrar, puede ser muy molesto.


Además, recuerda que has de conectar el cable de alimentación a la placa para que funcione el sistema de regulación de potencia variable que permite controlar la velocidad de giro de acuerdo con la temperatura de la CPU. Este cable es de cuatro pines y deberás conectarlo preferiblemente al conector del ventilador de la CPU.

Paso 7. Revísalo y conecta la bomba.

Tras estos sencillos pasos ya casi tendrás todo montado y listo. Haz un repaso visual por todos los componentes y verifica que no hay holgura ni se mueven de sus fijaciones. Además, tienes que conectar el cable de alimentación del bloque de agua a la placa base. Conéctalo a un conector de tres pines cualquiera y no al de la CPU, pues ahí tendrá que ir el del ventilador del radiador.

En realidad, se trata del bloque de agua y la bomba, todo en uno, con un tamaño impactante, pero con una buena capacidad de bombeo o, al menos, suficiente para alimentar el circuito y perfectamente sellado en las juntas, de modo que pueden pasar años hasta que aparezcan averías. Los rodamientos cerámicos de la bomba están pensados para trabajar más de 50.000 horas sin fallos.

Paso 8. Cuidado con el chipset.

Cuando instalamos un sistema de refrigeración mediante agua, se opera un cambio muy importante en el sistema como por ejemplo: el ventilador que habitualmente disipaba el calor del chipset o la memoria desaparece. Esta ausencia hace que la temperatura en la zona del chipset o los reguladores de voltaje aumente por encima de sus valores habituales, y hasta en algunos casos por encima de lo que sería deseable. Si es el caso, comprueba que en la caja de la placa base no haya algún tipo de ventilador adicional, específico para el chipset o para la parte de los reguladores de voltaje, e instálalo si lo tienes, que nunca está de más reducir la temperatura del sistema sea la parte que sea.


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