Recordemos que, aunque Acer
está comprometida (como otros tantos fabricantes) con Windows 8, se están
mostrando algo cautos. La semana pasada por ejemplo vimos cómo de momento
preferían esperar a ver qué pasaba con la versión RT del sistema operativo.
Desde China, uno de los
máximos representantes de Acer, Lin Xianlang, le ha dejado un mensaje con una
idea muy clara a Microsoft, el hardware es un mundo complicado,
mejor déjaselo a las empresas que ya se dedican a ello.
El motivo de este mensaje es
claro, Surface. Microsoft ha cruzado una línea delicada.
Para los consumidores resulta ideal que haya más productos, pero desde el punto
de vista de los fabricantes no es lo mejor.
En este caso, y he aquí el
problema, no se trata de un competidor más
sino que es la misma compañía que suministra el software con el que funcionan
sus equipos. Una estrategia similar a la de Apple pero con una diferencia: no
hay más fabricantes que crean dispositivos basados en Mac OS o iOS.
La compañía Acer y otros muchos
fabricantes, aspiran a seguir creciendo con el lanzamiento de Windows 8.
Recordemos por ejemplo el Acer Aspire S7, un ultrabook con pantalla táctil que
tiene la última versión del sistema operativo de Microsoft. Sin embargo, en el
caso de los taiwaneses prefiere que se limiten a hacer software y es que es lógico, el Surface
les dará duro en la venta de sus equipos.
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