Reuters ha presentado un magnífico y extenso reportaje, en donde se puede leer que el gobierno de EE.UU. se encuentra actualmente liberando una guerra informática secreta, eso es bien sabido en el mundo, pero lo que no se muestra es que esta guerra informática es tan delicada y de proporciones tan enormes, que incluso han convertido el país norteamericano en el mayor comprador del mercado negro, donde los hackers, crackers y criminales compran y venden exploits.
Esta situación es preocupante para muchos analistas de seguridad que viven en dicho país, y lo peor del caso es que no están comprando malware para defenderse de ataques. Más bien,
están haciendose con estos software para entrar o violar redes de
computadores en el extranjero para dejar instalados programas espía y
armas cibernéticas, el objetivo de esta operación está muy claro, dañar los sistemas de otros países.
Esta situación tan seria, ha llevado a que muchos programadores hackers con un talento nato, se dediquen a vender información de las compañías (antiguamente
alertaban a compañías cuando encontraban fallas de seguridad en sus
productos), y los exploits al mejor postor, es decir al que le presente más billetes verdes. Contratistas de defensa y agencias de seguridad están gastando muchos millones de
dólares todos los años para comprar exploits, por sobre todo los ataques aprovechando
vulnerabilidades de día-cero.
Los ataques de día-cero son un tipo de exploit que consiste en
utilizar vulnerabilidades que se desconocen tanto públicamente como por
parte del fabricante del producto, por lo que es considerado ‘uno de los
más peligrosos instrumentos de una ciberguerra’.
No hay comentarios:
Publicar un comentario