Microsoft se juega el reinado de las consolas de videojuegos con su Xbox One, para plantarle la cara a su competidor directo (Sony y su PS4), pero eso es a nivel de usuario gamer, para los chicos de iFixit eso les preocupa muy poco, lo de ellos es desarmar todo lo que deslumbre en la escena. En el interior de la consla ya desarmada, una de las cosas que mas destaca es el lector Blu-ray, conectado a la placa base a través de un cable SATA (un aspecto muy importante de cara a futuras reparaciones), en cuyo
interior encontramos diversos chips de Microsoft y Texas Instruments.
Luego pasamos a encontrarnos con otro factor importante, el disco duro de la consola, el cual no pensamos que vendría de esa forma, puesto que por un lado, sustituir el disco duro requiere anular la garantía, pero por otro, es una unidad SATA II de 2,5 pulgadas estándar.
Luego pasamos a encontrarnos con otro factor importante, el disco duro de la consola, el cual no pensamos que vendría de esa forma, puesto que por un lado, sustituir el disco duro requiere anular la garantía, pero por otro, es una unidad SATA II de 2,5 pulgadas estándar.
Por último, nos encontramos con un ventilador de considerables dimensiones,
concretamente 112 milímetros de diámetro, para evitar el famoso
problema de las luces rojas o "luces de la muerte" de su antecesora, esas luces rojas correspondían al sobre calentamiento de la consola, la misma viene unida con el disipador, ambos fácilmente sustituibles. Tras desmontar todos los
componentes anteriores, finalmente podemos observar la placa base
desnuda, en los cuales observamos, 16 módulos de 512 Mb de RAM, una NAND Flash de 8 GB, el SoC con la CPU y la GPU.
Los chicos de iFixit, consideraron que la consola es más fácil de reparar que la pasada Xbox 360.
